Cuando se sintió descubierta por ¡HOLA! Argentina, Camila Morrone (25) gritó fuerte “paparazzi” y, como un acto reflejo, se hundió lo más que pudo en el asiento del vehículo UTV con el cual había ido a hacer las compras al market ubicado frente a la plaza de José Ignacio. Desde que se separó de Leonardo Di Caprio (48) tras una relación que duró cuatro años, la actriz y modelo de sangre argentina se las ingenia para escabullirse de la prensa.
Mientras que su ex se estaría conociendo con la modelo y artista plástica Victoria Lamas (23), Camila está sola y sigue adelante con su vida: no bien se despidió de su padre, el argentino Máximo Morrone, en West Hollywood, se fue a Londres y luego, desembarcó en Buenos Aires, donde aprovechó para comer milanesas y asados en parrillas top junto a su mamá, Lucila Polak, ver ballet en el Teatro Colón y hacer shopping. Tras pasar la Navidad con su amiga Oriana Sabatini, la modelo y actriz recaló con su madre en José Ignacio y juntas se instalaron en la casa de Julieta Novarro, íntima de Lucila. Cuando Julieta vio a la hija de su amiga “atrapada” por las cámaras, pisó el acelerador y enseguida, las actrices se perdieron por las pintorescas calles del pueblo de mar.
LA NACION