Coronavirus: la Casa Rosada estudia un plan de contingencia ante el riesgo de colapso hospitalario

Alarmado por el vertiginoso aumento de los contagios diarios de coronavirus, el gobierno de Alberto Fernández ya discute con las administraciones de Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta la implementación de planes de contingencia en caso de que el nivel de ocupación de “camas Covid” (que en la provincia está muy cerca de la saturación y en la Ciudad, bastante más lejos) llegue efectivamente a su tope y ponga en peligro más vidas.

La “complementación” entre el sistema público y el privado -que en tierra bonaerense ya se mira como un todo- y un aceitado sistema nacional de derivación de pacientes entre distritos -que también está en marcha en la provincia- son dos de las opciones que se manejan por estas horas de nerviosismo y reuniones, como la que, desde las 12 y en modo Zoom, mantienen la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y sus pares Fernán Quirós (Ciudad) y Daniel Gollán (provincia de Buenos Aires). Además del análisis conjunto de los datos de la pandemia, los tres aportarán su mirada sobre las distintas posibilidades frente a una segunda ola que amenaza con colapsar al sector de la salud luego de más de trece meses de combate diario.

“Tiene que haber vasos comunicantes muy claros entre el sector público y el privado. En pandemia todos los sectores deben trabajar mancomunadamente y de hecho ya lo están haciendo”, afirmó anoche, en una entrevista con LN+, el infectólogo Eduardo López, miembro del consejo asesor del Presidente que por la tarde llegará a la Casa Rosada para un cónclave encabezado por el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, al que asistirán otros ministros y asesores. “Derivar pacientes hacia donde las camas están más libres es una posibilidad, Francia derivó pacientes a Alemania en el pico de casos”, agregó López, y reconoció que el tema “se habló y se habla con las autoridades nacionales”.

Desde el gobierno de Axel Kicillof recuerdan que ya está en funcionamiento una “unidad de derivaciones centralizada”, que integra los sistemas sanitarios de las 135 intendencias de la vasta geografía bonaerense. Es Gollán el encargado, día a día, de monitorear las derivaciones desde y hacia los distintos distritos, siempre dentro de la concepción de ver “al sistema como un conjunto”, con 2200 camas Covid del sector público en toda la provincia. La demanda, de hecho, se aceleró: días atrás, dos pacientes del municipio de Escobar fueron trasladados hasta Baradero, unos 100 kilómetros de distancia.

Alberto Fernández y la ministra Carla Vizzotti
Alberto Fernández y la ministra Carla VizzottiLA NACION

Mientras tanto, en la Ciudad afirman que la confluencia entre el sector público y el privado “está en carpeta”. “Si es necesario lo vamos a hacer”, afirman, aunque consideran que hoy el “problema” principal es “liberar” a las clínicas privadas de las “internaciones no Covid”, una “transición” de la que ya se comenzó a hablar con las empresas de medicina prepaga y que durará “unos días”, según fuentes del gobierno porteño.

En cuanto a la “saturación de camas”, en la Ciudad sostienen que los datos no ameritan actuar de inmediato. Hoy hay 510 camas Covid ocupadas en el sistema privado (unas 140 menos que en el pico del año pasado) y 218 en el público (110 menos que en aquella oportunidad).

Entre la provincia que quiere “cerrar todo” y la ciudad que propone “esperar un poco más” antes de implementar más medidas de emergencia, en el Gobierno prefieren apuntar a la aceleración del plan de vacunación, o a la exitosa evaluación de la revista The Lancet del tratamiento nacional contra el Covid con suero equino, que aún no se aplica masivamente. Dos vías que, se resignan, deberán ir acompañadas por medidas “en el terreno” que forman parte de la discusión diaria.

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