Como ya se había contado, la intención de la producción de MasterChef Celebrity era que Fede Bal regresara al programa, pero como conductor del especial para redes, que durante el año pasado estuvo a cargo de Flor Vigna.
Pero la repentina internación de Carmen Barbieri llevó a dar un volantazo de último momento, y el actor ocupó durante el lugar de su madre durante la primera semana (siendo reemplazado luego por Claudia Fontán). La idea, si bien sorpresiva, tenía su gracia a la hora de paladear su reencuentro con Germán Martitegui, quien se propuso durante la temporada anterior hacerle la vida imposible. El encuentro se dio finalmente el martes último, y fue bastante parecido a lo que uno podría haberse imaginado. O incluso peor.
El primer cruce comenzó cuando Martitegui pasó por la estación de trabajo del participante para ver qué estaba haciendo. “¿Una carne con salsa de tomate vas a hacer? Que tengas suerte”, le disparó de entrada el chef y se fue. “Disfruta de venir a molestarme un poquito”, reflexionó luego Bal, y la noche recién empezaba. Porque a la hora de la devolución, el ninguneo se multiplicó por tres.
“Está picante, está ácido. Me tendría que acostar con un antiácido en la mano porque me despertaría cada diez minutos a tomarme uno” fue la devolución también ácida de Damián Betular. Seguida por la de Donato de Santis que fue aun peor: “Yo debo ser honesto: lograste algo realmente increíble, hacer tu peor plato de las dos temporadas. Hasta el Baby Yoda tenía más gracia. Ponete las pilas y defendé el lugar de tu mamá”. Y Martitegui directamente decidió no decir nada.
Por lejos el más flojo de la noche, Fede Bal fue uno de los cuatro participantes en riesgo del martes, junto a CAE, Andrea Rincón y Mariano Dalla Libera. Y aunque se quejó de la “agresividad” del jurado, no sirvió para nada.
LA NACION